Al estar la sierra de Aralar en el corazón del País Vasco, siempre ha sido un lugar importante para la mitología vasca, por lo que existe un gran conjunto de leyendas e historias que allí sucedieron.
LA DAMA DE ARALAR
Se dice que existe una finca llamada Zubin en el partido de Ugarte del municipio de Amezketa, en el bosque alrededor de esta finca había una cueva llamada Azari-zulo, la cual era utilizada como lugar de descanso de la Señora de Aralar en la temporada en que ella iba de un lado para el otro.
Como se dice, la dicha Señora fue una mala hija en los tiempos antiguos, sobre la cual había caído la maldición de su madre:
¡Se lo llevarán los demonios! »

Inmediatamente, cubierto de fuego y llamas, desapareció de la vista de su madre.
Parece vivir alternativamente en las cuevas de Aralar, Aizkorri y Murumendi. Se dice que las noches en que esta bruja va de una montaña a otra escucha truenos terribles y sonidos retumbantes.
Una vez, se cuenta que dos hombres fornidos, bien provistos de medallas y escapularios, se acercaron a la cueva de la Dama, con el fin de averiguar si realmente allí vivía esta bruja. Lo encontraron allí, peinándose su largo cabello frente a dos velas doradas.
Tan pronto como notó la presencia de los dos hombres, aparentemente se escondió en las profundidades de la cueva, dejando allí las velas.
Los dos hombres tomaron las velas y las llevaron a su casa, guardándolas cuidadosamente. Pero luego, cuando llegaron a sus casas, las velas ya se habían convertido en ranas.
https://eu.wikipedia.org/wiki/Aralarko_Dama
https://jalgimundura.wordpress.com/2013/12/20/gogoratzen-al-gara-gure-arbasoez/
TEODIOSO GOÑICO
En el valle de Goñerri de Navarra, en el año 707, vivía un caballero llamado Teodosio, cuya esposa era Constanza de Butroe.
Poco después de su matrimonio, Teodosio se fue de casa y se fue a luchar contra los musulmanes. Doña Constanza quedó sola en su palacio, junto con los padres de Teodosio Konstantza salió del dormitorio principal con respecto a ellos, quedándose en otra habitación más pequeña.
Cuando Teodosio volvía triunfante camino del castillo, se le apareció el diablo disfrazado de bárbaro o de peregrino, y le dijo que su mujer lo engañaba con una criada.
Monumento a Teodosio en el pueblo de Goñiko.
Teodosio, saliendo de su buen humor, galopaba a casa. Al entrar en el palacio antes del amanecer, se dirigió a la sala principal y, mientras estaba en llamas, sacó la daga de su vaina. Apuñaló repetidamente a la pareja en la cama, pensando que eran su esposa y su amante.
Pensando que se había vengado del insulto, salió de la casa y, emocionado, se encontró con su mujer que venía de misa. Este le dijo que quienes durmieron en su cama y lo asesinaron fueron sus padres. Temeroso del asesinato, se dirigió a Pamplona con la intención de pedir perdón al obispo. Este, horrorizado, envió al Señor de Goñi a Roma para que el mismo Santo Padre lo absolvera. Teodosio fue como peregrino a Roma y el Papa le hizo hacer la penitencia de caminar alrededor del Aralar con pesadas cadenas a la cintura, hasta que el desgaste aflojó las cadenas. Eso podría ser un símbolo del perdón de Dios.
El Dragón habitaba en las cuevas de esa sierra, el cual atacaba a los campesinos y campesinas de la zona. Asustados, los larraundianos decidieron regalar al dragón una persona cada año, para que no atacara a los demás. Mientras Teodosio caminaba de allí, se encontró con el infortunado y tomó su lugar con la intención de salvarle la vida.
Esa noche tuvieron una tormenta terrible en las montañas. Teodosio escuchó un terrible rugido en la cueva y apareció un Dragón para devorarlo. Teodosio, impotente, se arrodilló y suplicó la protección de San Miguel. En ese momento, con gran conmoción, apareció el arcángel con una cruz en la cabeza y mató al dragón «¡Como Dios!» gritos. Posteriormente, Dios perdonó a Teodosio y se soltaron las cadenas.
Regresó a casa y su esposa lo estaba esperando allí. Los dos, como agradecidos, construyeron un templo en honor al arcángel Miguel en la cima de Aralar, llamado Don Mikel in Excelsis.
